La rendición de cuentas de un alcalde no debe ser un castigo para la autoridad sino un momento de reflexión colectiva que ayude a mejorar la gestión. Se puede reprogramar proyectos, por ejemplo, o hacer otros ajustes necesarios para cumplir con la ciudadanía y las metas de la gestión, explica el municipalista Ricardo Montecinos.
La rendición de cuentas no es un rosario de cifras para confundir a la gente ni es un juzgado para castigar al alcalde. Es un conjunto de información económica, administrativa y social que permite a los ciudadanos y ciudadanas enterarse del avance de los proyectos de su gobierno local. Es una revisión de la gestión para hacer ajustes y ver qué se debe priorizar.
El Ministerio de Autonomías y el Programa de Apoyo a la Democracia Municipal (PADEM) elaboraron la "Guía Municipal para la rendición de cuentas" que en lenguaje sencillo y con ejemplos explica este proceso.
Compartimos con ustedes algunas definiciones básicas:
Se puede acceder al documento completo en este enlace:
Guía municipal para la rendición de cuentas